Drogas y la química del amor
Fechas especiales ocurren seguido durante el año. Días en los que conmemoramos distintos sucesos históricos importantes o héroes relevantes, incluso celebramos tradiciones que ya forman parte de la cultura de cada país. Sin embargo, hay distintos tipos de protagonistas a los que se les dedica esas 24 horas especiales y ya no solo se trata de temas serios, si no que cada vez vamos agregando situaciones más sencillas, pero no menos importantes que renuevan y actualizan estas fechas a lo que hoy en día consideramos lo suficientemente relevante y trascendente como para elaborar costumbres que solo se les dediquen a estas mismas.
Desde temprana edad, en las escuelas se nos enseña las efemérides que para cada país son básicas de recordar. En México por ejemplo, tenemos el día de la Independencia, el día de la Bandera, Navidad, Año Nuevo, el día de muertos, el día de las madres, entre otras. No obstante, hemos adoptado una nueva que honra uno, si no es que el sentimiento más significativo que puede existir entre seres humanos. Hablo del 24 de febrero, día del amor y de la amistad.
La mayoría de los seres humanos, no solamente los mexicanos, sino que al rededor del mundo, tenemos una concepción de que el amor proviene de nada más y nada menos que el corazón. Aunque suena muy romántico y bonito, la verdad es que no se podría estar más equivocado. De hecho, lo que realmente celebramos ese día es el conjunto de procesos que suceden entre sustancias químicas que el cerebro produce y que como resultado traen consigo reacciones que dan pie a una interacción más profunda entre dos personas. Pocos saben, ya sea por interés en el tema o por suerte o coincidencia,que el realidad el amor es una droga y que funciona como tal en aquel individuo que lo experimente. En pocas palabras, al enamorarse única y exclusivamente drogado y nada más.
La ciencia ha comprobado que lo que sucede cuando comienza la etapa del enamoramiento es que se liberan hormonas que desatan todo este caos químico. La dopamina, serotonina y oxitocina son el trío estrella en esta obra. Por un lado, Gareth Leng, neurólogo experto explica que la oxitocina se encarga de que se forjen lazos entre una pareja, después de que exista un primer encuentro de emoción. Lo que sucede es que suceden cambios en las neuronas de entre los miles de millones circuitos neuronales que hay. Esta hormona funciona como droga, porque como tal, al ser segregada por el cuerpo, libera otras sustancias como la dopamina, serotonina y noradreanalina, las cuales te hacen sentir bien. Una vez que están liberadas, su efecto permanece hasta cuatro años. Para conocer un poco más a fondo este fenómeno químico y comprobar de cierta forma de lo que se habla, Alejandro Hernández Sadurní, estudiante de 20 años, nos comparte en su experiencia cómo se siente estar enamorado.
Alejandro Bañuelos y Liz Yunes, enamorados
Según reportó la Universidad Estatal de Nueva York el cerebro realmente reacciona con sensaciones muy similares a las que experimenta una persona que ha consumido o se encuentra bajo efectos de algún narcótico. Esto por el hecho de que después de realizar resonancias magnéticas a distintos individuos estudiantes que habían asegurado encontrarse perdidamente enamorados. Los resultados de la resonancia detectaron que existían características biológicas en la materia gris que también son distintivas cuando se consume cocaína. Incluso, el perfil mental de enamorado denota que este tiene una necesidad o deseo por comida o agua muyparecido al que presenta un adicto a estupefacientes y que se encuentra en recuperación o rehabilitación. En este mismo
La química del amor
estudio, se analizó el cerebro de los alumnos cuando se les mostraba una fotografía de la pareja y notaron que se activaba la zona nucleus caudate, por la cual se segrega una cantidad importante de dopamina, también efecto secundario de cuando se padecen deseos incontenibles o pasiones fuertes. ¿Interesante, no?